
Francisco Javier Corpas protagonizó los momentos más artísticos de la tarde en el segundo, un colorado noble, que tendió a abrirse después de cada muletazo y al que el sevillano toreó con expresión, por el pitón izquierdo, y se adornó con gusto. El quinto se movió sin ritmo y el torero, que cuajó un notable quite a la verónica, se esforzó por sacarle partido y lo remató de un contundente espadazo.
Octavio Chacón perdió con el descabello las orejas del tercero, con el que se vió seguro y con sitio. Se metió en el terreno del toro, y tomándole en corto, le sacó muletazos con temple y largura. Al sexto le atacó con disposición en un labor de mucha convicción. En ambos toros sufrió dos espectaculares volteretas al entrar a matar, afortunadamente sin consecuencias.
Rafael de Julia lo intentó con el primero, pero no lo vió claro y abrevió. Tardó demasiado en entrar a matar y le sonó un aviso. Con el cuarto se le vió sin ganas, no supo meterse en la faena y entró a matar de malas maneras.
Plaza de Toros de Ajalvir (Madrid). 31 de enero. 2º de feria. Un cuarto de entrada.
Toros de Antonio López Gibaja, la mayoría sospechosos de pitones.
Rafael de Julia: silencio tras aviso y pitos.
Octavio Chacón: saludos tras aviso y dos orejas.
Imagen de Francisco Javier Corpas en su confimación.