lunes, 8 de febrero de 2010

Curro Díaz detellos de arte en Valdemorillo

Curro Díaz meció el capote para recibir a la verónica al primero de la tarde. Cinco lances como cinco soles, despacio, reunidos,.Pero ahí cerro el grifo del arte toreo que le identifica. Cuando la faena al cuarto ya tocaba su fin, Curro Díaz volvió a soltar la espita y nos regaló un toreo por bajo, puro, inspirado, de mucha calidad. Entre el saludo al primero y los buenos muletazos al cuarto no pasó nada excepto la voltereta que le propino el primero cuando se lo llevaba a los medios en el comienzo de la faena.
La corrida dió poco más de sí. Luis Bolívar tuvo que desistir de comenzar el muleteo al segunso citando desde los medios y acabó haciendolo en terrenos de tablas, como buenamente pudo. Con el quinto las cosas empeoraron, pues el animal huía de los engaños.

También fue breve la lidia del tercero, un feo sobrero de la misma ganadería tituñar que sustituyó a un inválido devuelto a los corrales. Miguel Tendero lo pasaportó con ligereza e intentó quitarse pronto del medio con el tontón y flojo sexto.


Plaza de Toros de Valdemorillo (Madrid). 7 de febrero.3º y última de feria. Menos de tres cuartos de entrada.

Toros de Antonio San Román, desiguales y bastos de hechucras, mansos, descastados y con mal estilo.

Curro Díaz: silencio y oreja.
Luis Bolívar: ovación y silencio.
Miguel Tendero: silencio y ovación.

Imagen de Curro Díaz con la oreja de Valdemorillo

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