La corrida que cerraba la feria había despertado gran expectación por su singulari- dad: seis figuras junto a Enrique Ponce, como homenaje en el vigésimo aniversario de su alternativa. A la vez, había cierta suspicacia por si cada torero había elegido su toro... Al cominezo temiamos que la fiesta se aguara por completo.El tercero, de Garcigrande, sale suelto, abanto, se defiende. "El Juli" capotea poderosamente. Se echa la muleta a la mano zurda y contruye una faena casi toda por naturales; largos mandones, en una faena de gran solidez. Volcándose, logra una gran estocada, a cambio de un golpe; dos merecidímas orejas.
El otro momento colminante de la tarde lo propicia el quinto toro, de Victoriano del Río: colorado, ni muy grande ni muy pesado pero encastado; embiste largo y noble. A Sebastián Castella le permite lucir su tauromaquia de quietud y verticalda: chicuelinas haciendo la estatua, pases cambiados con ligados naturales, cambios de mano en la cara,... ¡Qué alegría,un toro bravo! La estocada desprendida pone en manos del francés las dos orejas y algunos piden hasta el rabo. Era un toro de vuelta al ruedo.
El resto de la tarde no alcanzó este nivel. Enrique Ponce se ha equivocado en elegir, para tan significativa fecha, un toro de Juan pedro Domecq: resulta tan flojo que lo devuelven y el sustitiuto, de la misma ganadería, no tiene más fuerzas. Brinda Enrique Ponce este primer toro sus seis compañeros.Luego, dibuja muletazos con su habitual maestría pero a un inválido no se le puede dar emoción. Una estocada de efecto rápido pone en sus manos la oreja.
Un toro de Núñez del Cuvillo: jabonero, anovillado y flojo permite a Morante de la Puebla hacer primores en verónicas y derechazos. Por la izquierda levanta la cara y Morante desiste pero el sabor del arte permanece: una oreja.
"El Fandi" recibe al colorado de Manolo González, suave y flojo, con dos largas cambiadas. Se derrumba antes de entrar al caballo y cambian el tercio con una sóla vara. A pesar de cómo está el albero, pone cuatro pares con brillantez pero el toro se viene abajo la faena se trunca.
Un manso de Garcigrande pone en apuros a los peones de José María Manzanares, pero se deja en la muleta, que el diestro maneja con elegancia. Se apaga el toro, quemuere de una gran estocada.
Cayetano lancea al noble toro de Carmen Lorenzo con estética y muletea sin apreturas. La faena no remonta. Torea con empaque pero, ante las dificultades, le falta técnica; lleva muy poco en el toreo.
Plaza de Toros de Valencia. 21 de marzo. Última corrida de Fallas. Lleno.
Toros de distintas ganaderías, por este orden; Juan Pedro Domecq (1º), Nuñez del Cuvillo (2º), Garcigrande (3º y 6º), Manolo González (4º), Victoriano del Río (5º) y Carmen Lorenzo (7º).
Enrique Ponce: oreja tras aviso.
Morante de la Puebla: oreja.
"El Juli": dos orejas.
"El Fandi": saludos.
Sebastián Castella: dos orejas
José María Manzanares: ovación.
Cayetano: palmas tras aviso.
Imagen: Terna del homenaje a Enrique Ponce
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